Cuando llega el verano, el granjero lleva a las vacas al campo para que coman la hierba fresca y para que no se pierdan les coloca un cencerro, de esa manera si alguna se extravía al menos la puede escuchar.
Aprovechando este tema hemos jugado en clase a ser vaquita y granjero, la vaquita llevaba unos cascabeles, porque cencerro no tenemos, y al granjero le vendábamos los ojos para que por el sonido de los cascabeles pudiera localizar a la vaquita, que bien nos lo hemos pasado.
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